ON THE
ROAD
Circulo por una carretera
inhóspita. Desde hace varias horas el paisaje que observo carece de vegetación.
El asfalto tiene baches profundos y he de sortearlos procurando que ninguna
rueda de mi coche caiga en ellos. Si esto sucediera no podría continuar. Pero me siento impelido a hacerlo. Hay una
extraña fuerza que me obliga a ello. No hay rastro de civilización. Hace mucho
que me crucé con otro coche. He de tener cuidado porque el arcén de la derecha
es angosto y un inmenso precipicio se adivina tras él. La carretera se ha
convertido en una estrecha cornisa de una cordillera pelada. A lo lejos diviso
una curva. No sé qué habrá tras ella.
Continuaré y allí intentaré dar la vuelta...
Imposible volver. La
carretera es aquí una especie de
trampolín cuyo tablero asciende inexorablemente
suspendido en el vacío. Subo y subo sin poder controlar el coche. Llego al
final. Caigo al abismo eterno.
Julián García Arias: En primera persona
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